En Espabrok nos orgullece trabajar con corredurías de seguros asociadas con historia y con esencia propia. Y así es la correduría de Cristóbal Martínez.
Cristóbal Martínez Rodríguez comenzó a finales de los años 40 ofreciendo sus primeros seguros. Eran otros tiempos, y en aquel entonces compatibilizaba esta tarea con su trabajo de funcionario en la administración pública. Fue en 1950 cuando firmó su primer contrato con la compañía Generali, y así siguió como agente de esa aseguradora durante muchos años, hasta que, a principio de los años 80, se incorporó al negocio su hija Paquita. En esos años dieron un salto importante convirtiéndose en correduría y, junto con otros agentes, comenzaron los primeros contactos para formar el embrión de lo que poco después sería parte de Espabrok.
La creación de Espabrok fue sin duda un punto de inflexión de la correduría, comenzó una etapa fundamental, se pasó a trabajar con un cuadro de compañías de primer nivel que propició un crecimiento importante a la vez que se fueron incorporando a la correduría nuevas personas con el fin de hacer ese crecimiento sostenible, pero sin perder nunca de vista la máxima que inculcó el fundador, dar siempre un servicio óptimo a los asegurados.
Espabrok fue y sigue siendo un pilar fundamental en esta correduría, hasta tal punto que desde el inicio decidieron darse a conocer con su marca y logo, nunca tuvieron logo propio.
Aunque en su cartera de clientes hay de todo, siempre han tenido vocación de dirigirse a empresas, y es ahí donde se encuentran más cómodos, asesorando a pequeñas y medianas empresas, donde han logrado tener una presencia relevante en su comarca.
En la actualidad son ocho personas las que trabajan en la correduría con una cartera de clientes muy consolidada y rentable para las aseguradoras. Lo que les proporciona una estabilidad que permite continuar con su principal objetivo, que después de 70 años sigue siendo dar un servicio óptimo a los asegurados.